martes, 13 de septiembre de 2011

Dedicamos tiempo al tiempo

Elevamos nuestra mirada lentamente. La barbilla se desliza por la suave pero tan fría brisa que ha estado acompañando todo el día en esta ciudad. Te sueltas el pelo, yo te imito. Acabamos en la misma posición, se podría decir que podemos volar. De vez en cuando, una hoja seca cruza la dirección en que miramos. En esos momentos, es cuando nos diferenciamos en algo; que tú no te das cuenta, pero yo me paso minutos pensando en el origen y en el posible final de dicha hoja. Porque aunque vistamos igual, nos gusten las mismas cosas y hagamos lo mismo, seremos distintas. Cada una con su forma de pensar. Cada una viviendo su vida. Cada una dedicando tiempo a su propio tiempo.