viernes, 6 de enero de 2012

Hablamos tanto...

Me hablas de sexo y de tu pasión,
no de un futuro echado en un sillón viendo la televisión.
Yo te hablo de sueños, también de defectos,
hablo de darte medianoches en un mundo perfecto.
Puedo quedarme a tu lado y en ti bien enredado
en el despertador de un lunes o en el cubata de un sábado.