viernes, 27 de enero de 2012

Con solo una sonrisa

De nueva la misma situación, tu con otras tantas y yo aquí, en el mismo banco de siempre, viendo pasar cientos de personas delante de mi, sin inmutarme. Solo pienso en una cosa, si tuvieras el poder de meterte en mi mente, te darías cuenta lo que puede llegar a significar cada pequeño gesto que haces, pero se que esa facultad ni tu ni nadie la tiene. Por una vez en mucho tiempo te das cuenta de que aquella chica que no se mueve de ese lugar, te suena conocida. Me miras y sonríes, y a mi sinceramente se me cae el mundo a los pies. Mi cabeza no es capaz de comprender que te hayas dado cuenta de que existo, que estoy ahí en un lado de tu vida, cerca de las personas que día a día te rodean y que la vida ha querido que nos conozcamos y estemos en esta situación. Por tu cabeza podrán pasar mil y una cosa... si soy sincera creo que no quiero saberlas. Te aseguro que por lo mía solo pasa una cosa, estará bien, sera feliz, me hablara, me ignorara, me volver a utilizar... Pero de pronto me doy cuenta que sigo sola sentada en ese banco, pero algo es diferente... De pronto me miras otra vez y en mede sonreírme miras a otro lado y por impulso de la naturaleza o vete tu a saber de que, te levantas y caminas hacia mi. A mi me entra el pánico, no puedo creer que después de tanto tiempo esperando a que seas tu el que tome la iniciativa, haya llegado ese momento. Pero es así, me miras de nuevo y te sientas junto a mi. Me susurras al oído que si sigo dispuesta a seguir aguantándote, yo no respondo, mi sonrisa lo dice absolutamente todo. Me abrazas y nos levantamos, y decidimos gritarle al mundo que nadie acabara con esto que nos rodea.