Lo bueno se hace esperar
Que sé que tarde o temprano llegarás. Aparecerás en mi vida dándome esegiro de 180º que tanto necesito. Tú, que vendrás por sorpresa y te llevarás los fantasmas del pasado, te sentarás a mi lado y me mirarás como nunca nadie antes lo hizo. Me sonreirás y, dulcemente, me darás un beso en los labios. Sellando una promesa de amor. Luego me susurrarás al oído las palabras mágicas que te abrirán las puertas de mi vida y entrarás arrasando con todo. Dejando a un lado de mis sentimientos los recuerdos melancólicos y los peores momentos que puntualmente me hicieron entristecer. Que serás el arcoiris del día más lluvioso. Que serás la luz del túnel más oscuro. Que serás el timón que guiará mi rumbo. Y allí, entre mares de deseos y océanos de pasión, encontraremos nuestra isla. Nuestro espacio. Nuestra oportunidad. Volaremos libres sin cadenas de arrepentimiento que nos puedan atar. Sin nada. Seremos dos en uno. La fusión de dos almas en un mismo corazón.
Algún día te encontraré o me encontrarás. Nos encontraremos. Lo sé.