viernes, 25 de noviembre de 2011

Felicidad

Todos luchamos por algo, ya sea algo material o quizás sentimental, pero todos libramos una fuerte batalla contra los que quieren frustrar nuestros sueños.
Diferentes, distintos, de muchos lugares, de una cantidad incontable de razas, de los 2 sexos, pero al final siempre pensamos en la misma palabra, “sueño”.
Porque en nuestros sueños tenemos lo que siempre quisimos tener, sin necesidad de tener ese constante miedo, esa constante preocupación que nos hace pensar que algo o alguien nos estropeará nuestro bienestar.
Aparentamos ser fuertes, pero todos, sí, todos, tú, él, ella, yo, en algún momentos sentiremos como se derrumban sobre nosotros los cimientos emocionales que construimos a base de mucho esfuerzo.
Dicen que si la vida siempre fuese felicidad sería aburrido, yo pienso totalmente lo contrario, a mi opinión sería mucho más fácil.
Todos soñamos, desde el niño más pequeño de aquel país subdesarrollado hasta ese anciano adinerado.
Buscamos tener la felicidad plena, pero tengas o no mucho dinero, vivas en la calle o vivas en una gran mansión, tengas el mejor coche o tengas una pequeña bicicleta, nunca hallarás la felicidad plena.
O eso es mi manera de pensar, porque no sé tú, pero yo no conozco a nadie que tenga la absoluta felicidad plena y constante.
Y si lo conoces, preséntamelo, dile que me enseñe la formula de su gran descubrimiento.